Bernardo Fernández
Bajo la máscara
México, Almadía, 2013
No soy fan de ningún cómic, los superhéroes no me atraen ni con imán, lo más seguro es que yo no sea un bicho raro en mi generación, sé de cierto que hay mucha gente a la que eso de los cómics y superhéroes no les parece atractivo para invertir su ocio. Adoro las artes plásticas, el diseño, la pintura, la escultura, me encanta la literatura, me fascina la música, pero desde el año pasado me ha intrigado un género literario casi sui géneris intitulado “Novela Gráfica” y que — yo creo que— no es otra cosa más que cómics para treintones irredentos como su servilletero.
En mayo del año pasado, Bernardo
Fernández, BEF, presentó su libro Bajo la
máscara en el programa de revista cultural transmitido por el canal 4, Final
de Partida. Al principio pensé que solo se trataba de un invitado más producto
de lo ecléctico del programa, debo reconocer que al principio y gracias a mi
animadversión por los cómics solo continué mirando el programa por la prosopopeya
y la petulancia al alegar de Nicolás Alvarado, dos elementos llamaron mi
atención, un robot gigante destruyendo Santa Fe y la portada del libro de BEF.
Bajo la máscara llegó a mis manos a la semana siguiente, pero eso de
no haber comprado un regalo para mi carnal Carlos en el día de su cumpleaños,
hizo que así como llegó a mi librero también se fuera. El sábado pasado vi una
bolsa en mi casa con tres libros dentro, uno de ellos era Bajo la máscara, me senté para ojearlo y de inmediato captó mi
atención, en dos minutos comencé a reír con sus personajes y logró meterme a su
historia. Para el miércoles pasado terminé de leerlo y me dejó un especial
sabor de boca, un chilango talentoso nos regaló, a mi treintañera generación
equis y a mí, una obra fenomenal, bien narrada, qué digo bien, genial y
creativa, esta suculenta novela gráfica o “cómic para geeks de closet” es
definitivamente una obra para que la lea todo chilango, las ilustraciones — las
cuales no son muchas — corrieron a cargo del también talentoso Patricio Betteo.
Situada en una Ciudad de México “paralela”,
dos adolescentes con todo lo que eso significa, en los que más de uno se
reflejará, combaten el crimen al tiempo que responden a sus hormonas y se
adentran en el nuevo mundo que es para ellos eso de ser superhéroes, la
historia es breve, bien llevaba y con buen ritmo, hay amor, música y esas reminiscencias
agradables de un pasado cercano y que fue “glorioso”, siempre ganan los buenos.
Bajo la máscara es una obra
exquisita, su narrativa es buena si tienen chance de adquirirla y leerla no lo
duden un segundo.